Hola: ¿Qué Tal? Feliz año 2019 para todos!
Ya de regreso a mi rutina quería contarte lo que he hecho en estas últimas semanas. Tomamos nuestra camioneta y partimos a Miami desde Montreal. Sí! Como lo oyes, pasamos dos días conduciendo todo el borde Este de los Estados Unidos hasta llegar a nuestro caluroso destino.
1. Murales, murales y más murales.
La zona de Wynwood ha cambiado mucho desde que la visité por primera vez hace 3 años. Muchos más turistas se pasean por sus calles para contemplar este arte urbano. Siempre recomiendo visitarlo pues muchos murales cambian frecuentemente así que siempre hay algo nuevo que ver.
Consejo: Come bien, lleva bloqueador solar y prepárate para caminar bajo el sol inclemente. No importa la época del año, la zona tiene poca vegetación y el sol no perdona! Además, lleva contigo una botella de agua y un buen sombrero.
Muy cerquita de Wynwood te topas con un mundo totalmente opuesto en cuanto al lujo y las edificaciones.
Esta zona fue diseñada para reunir la mejor arquitectura, moda, diseño y restauración de la ciudad. Las mejores tiendas de diseñadores de moda se encuentran en dicho distrito donde podrás caminar, comprar si tu bolsillo lo aprueba, y comer.
A pesar de ser una zona para ver y no tocar, el ambiente es muy bonito e inspirador. Las tiendas y sus vitrinas están decoradas con sumo cuidado respetando las directrices de sus casas de moda.
Las calles están llenas de árboles e incluso hay un museo el cual me quedó pendiente por visitar: el Institute of Contemporary Art of Miami.
En un estacionamiento público tomé las fotos más divertidas junto a toda mi familia. Es un edificio por niveles y el nivel más alto del estacionamiento no tiene techo así que puede ser considerado como una terraza. Además, está pintado en rosa fucsia y amarillo: Es toda una obra de arte.
Prepara tu cámara y lleva tu mejor vestido de verano porque te aseguro tomarás fotos espectaculares para el recuerdo!
3. South Beach
¿Qué te puedo decir de esta zona? Sus edificios Art Deco, sus calles tan pintorescas y la PLAAAAYA son inevitables en cualquier visita a Miami. Tienes kilómetros de playa para elegir.
En este viaje me dediqué a tomarle fotos a todas las casas de los salvavidas las cuales están pintadas con colores hermosos!! Todo un placer para mis ojos!
Descubrí un museo precioso que se llama: The Bass. No pudimos entrar ya que lo descubrí el 1ero de Enero y estaba cerrado. Sin embargo, disfruté de sus esculturas exteriores y su enorme plaza.
Me impresionó lo bien organizado de cada sección en la playa. Tienes pipotes de basura a todo lo largo además de kioscos para beber y comprar refrigerios. Hay pequeños comerciantes que te alquilan sombrillas y sillas los cuales se diferencian por colores y secciones de la playa. Y si no quieres nada de eso, pues colocas tu toalla donde mejor te parezca y disfrutas de un día de sol y calor!
Finalmente tuve tiempo de visitar este museo ya que siempre había querido ir pero nunca me alcanzaban los días para ello. Debo aclararte que es un museo de arte contemporáneo así que puede de ser un arte difícil de comprender o disfrutar. Sin embargo, merece la pena la visita.
Nosotros aprovechamos la visita gratuita que se ofrece el primer jueves de cada mes. Sus estancias son bastantes modernas y amplias. Está situado junto a un parque con vistas preciosas a una bahía.
Dentro de las exposiciones temporales pudimos ver mapas, archivos, fotos y documentos del maravilloso proyecto "Surrounded Island". Enormes telas color fucsia bordearon pequeñas islas y cayos de Miami durante los años 80 gracias a dos artistas que no tuvieron límites y desarrollaron su sueño.
Nuestro viaje estuvo salpicado de mucha agua salada, días de un cielo azul intenso y muchos momentos de risas infinitas. Lo mejor de todo fue haber viajado con toda la familia y haber visitado a mi padre. Fuimos unos "okupas" por 10 días :)
Gracias por leerme y hasta la próxima!
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