domingo, 10 de febrero de 2019

Acompañando en el dolor



Hola ¿Qué tal?

Iba a preparar un artículo sobre lugares bonitos para comprar una  tarjeta de San Valentín en Montreal. Sin embargo, una triste noticia me ha hecho cambiar mis planes. Un niño de mi escuela murió de  leucemia el sábado en la mañana. Su caso fue diagnosticado hace apenas dos semanas pero el sábado tuvo una embolia cerebral la cual truncó todos los planes y esperanzas que teníamos. 

La escuela en donde trabajo desde hace 13 años, es como una gran familia así que la secretaria y directoras de la escuela se encargaron de avisar a todas los empleados para luego pasar a reunirnos  y coordinar acciones el domingo en la mañana. 

Nadie está preparado para explicar a unos 300 niños que su amigo de clase ya no estará allí a causa del cáncer. Gracias al trabajo en equipo, agarramos fuerzas y aquí te dejo algunos consejos útiles por si en algún momento está situación se te presenta. 

1. Informa  lo antes posible. Ocultar no ayuda a nadie. 
2. Ponte al nivel del niño. Primero pregunta si sabe que es el cáncer y si conoce de alguien en su familia que lo haya sufrido. Habla sobre la pérdida de algún animal de compañía de la familia. 
3. Escucha las respuestas y explica lo justo y necesario. 
4. Prepara un lugar aislado para que el niño pueda apartarse para llorar, escribir o pensar sin la compañía de los otros. 
5. Prepara alguna actividad entre todos los afectados. Como ejemplos pueden hacer una carta firmada, un dibujo o una banderola gigante. Las acciones siempre ayudan a canalizar las emociones. 
6. Mantente alerta ya que todos los niños son diferentes y pueden reaccionar con un silencio o con agresividad. 
7. Busca un libro que ayude a hablar sobre el tema.


8. Si vives en la provincia de Quebec, hay un organismo maravilloso llamado Leucan el cual se encarga de ayudar y dar apoyo a familias y niños con cáncer. 

Recuerda que los niños canalizan las perdidas de seres queridos de una manera diferente. Cuando mi madre murió, mis hijas me dieron una gran lección de entereza y positivismo. Ellas siempre recordaban los momentos compartidos con su abuela y las cosas que ella les decía. No hubo traumas y el dolor se expresaba a través de frases bonitas. Ellas me ayudaron a seguir adelante y volver a sonreír. 


Gracias por leerme y hasta la próxima!



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