Cierra los ojos y sueña con Luzia

Hola: Qué tal?

El pasado martes tuve el privilegio de asistir al nuevo espectáculo del Cirque du Soleil llamado Luzia. Con mucha emoción me dirigí a las carpas del circo las cuales cada dos años se instalan en el Viejo Puerto de Montreal. (Como novedad ya dejaron de ser de rayas azules y amarillas). Gracias a mi colaboración como bloguera en Montreal Hispano, me senté en primera fila entre fotógrafos, reporteros e invitados especiales. Viví una noche mágica la cual quiero compartir contigo. Así pues, prepárate para el despegue a la cuenta de: 3,2,1! Prometo hablar sólo lo debido para no revelar los secretos de los reyes de este arte tan impresionante como mágico.

Un jardín de flores amarillas, un escenario giratorio y una enorme esfera de fondo hacen presagiar que la aventura nos llevará a tierras encantadas llenas de calor, de aventura y de magia al puro estilo surrealista de este circo. La acción comienza desde el minuto uno cuando un explorador aterriza con un paracaídas en ese mundo donde hay hormigas gigantes, mariposas monarcas y pájaros multicolores que empiezan a saltar y a volar delante de tus ojos. Poco a poco, nos adentramos a tierras muy latinas, a un México lleno de agua, de luz y de fantasía.

Los acróbatas se van entrelazando con una orquesta que nos deleita con ritmos caribeños, cumbia de Huapango y hasta con un estilo flamenco de la región de Huasteca. El compositor Simon Carpentier combina trompetas, timbales, maracas, y cuatros con intérpretes como Majo Cornejo quienes ponen la banda sonora de este gran sueño.

Por primera vez le Cirque du Soleil dedica el espectáculo entero a un país y lo hace en nuestra lengua, la lengua de Cervantes. Luzia esta llena de detalles de la cultura Mexicana muy bien cuidados evitando entrar en estereotipos. Con una gran participación del talento mexicano, vemos luchadores enmascarados, cantinas improvisadas, jugadores de fútbol y hasta animales fantásticos provenientes de las leyendas de esta cultura.

Le cirque du Soleil se mira, se siente, se huele y casi se toca como ningún otro espectáculo. Mientras te corta la respiración con saltos de vértigo y contorsiones increíbles, te deleita con personajes ingeniosos como un director de cine, un explorador, o simplemente un payaso, quienes te relatan una historia muy bien hilada de principio a fin.

En Luzia, Le cirque du Soleil perfecciona su receta al incorporar números llenos del factor "wow", junto con elementos naturales como el agua el cual aparece y desaparece en momentos estratégicos. Episodios graciosos y la interacción con el público te permiten reír y relajarte antes o despues de números que te dejan sin aliento.

Al estar sentada tan cerca, pude apreciar lo cuidado del maquillaje y de los trajes. De una manera magistral Luzia combina elementos tradicionales con toques vanguardistas.

Sombreros gigantes, vestidos de los años 20, medias de rejilla, y zapatos de charleston se combinan con corset y máscaras metálicas de peces y colibrís al puro estilo de Dalí. Las mujeres tienen grandes ojos negros con trenzas y cintas de colores en sus cabellos, mientras los acróbatas están cubiertos de telas estampadas con ojos de reptiles.

Nosotros somos unos privilegiados ya que en Montreal, cuna del Cirque du Soleil, vemos las producciones que le darán la vuelta al mundo en los próximos años. Esta realidad no es una simple casualidad. La cultura del circo está metida muy dentro, en el ADN de estas tierras quebequenses. En cualquier pueblo de la provincia se imparten clases de circo con acrobacias y malabarismos. Desde muy pequeños los niños se crían con la admiración y el respeto hacia este arte.

En Montreal, la TOHU es una zona dedicada a cultivar y enseñar las diferentes disciplinas que lo componen. Trabajar para el circo es tan importante y valorado como ser músico o cineasta.

Como dato curioso te menciono que Luzia no es precisamente un nombre de mujer. Es la combinación de las palabras luz y lluvia.

Finalmente te comento que el gobierno mexicano ha apoyado esta maravillosa aventura del circo con una inversión de casi $50 millones de dólares con el fin de promocionar su bella tierra alrededor del mundo.

Después de 100 minutos de espectáculo y con un intermedio de 35, mi noche llegó a su fin de la mano del mismo explorador quién cerraba la llave de este sueño mexicano. Regresé a casa con la satisfacción de haber viajado no sólo en el espacio sino en el tiempo como quién sueña toda una noche y no desea abrir los ojos para despertar. Bajo un cielo despejado de una bella noche de primavera me depedía de las carpas del circo y de mi aventura con Luzia.